Como cada año, con el frío, vienen las navidades, los niños de San Ildefonso con sus características voces y,...como no, la temida gripe.
A esta maestra del disfraz que, anualmente, visita los hogares de millones de personas en todo el mundo, le da igual que la pasásemos el año pasado o que, incluso, fueras al médico a vacunarte porque, tras un tiempo, vuelves a ser vulnerable y vuelves a pillar la gripe. Este comportamiento ocurre gracias a su capacidad para cambiar de aspecto (o de disfraz) externo, logrando así engañar a nuestras defensas y burlarse de las vacunas al poco tiempo.
El virus de la gripe tiene una envoltura externa que lo recubre y, sobre ésta, se encuentran unas moléculas de proteínas llamadas hemaglutinina y neuroaminidasa (que son los "pinchos" sobre la envoltura), las cuáles, cumplen una función indispensable para el virus:
- Por un lado, la hemaglutinina permite al virus unirse a las células del cuerpo humano para infectarlas.
- Y por otro lado, la neuroaminidasa permite que, tras la multiplicación de virus dentro de una célula, éstos se liberen fuera de ella.
Este mecanismo les permite introducirse dentro de las células de los seres humanos y, una vez en el interior de éstas, modificar sus ADN para poder utilizar, según su conveniencia, sus orgánulos y todas las "herramientas" de las que el virus no dispone y, así, poder reproducirse, que es al fin y al cabo su principal objetivo.
Aquí os traigo un vídeo bastante bien explicado sobre la reproducción del VIH (un virus como podría ser otro) y el mecanismo que utiliza para lograr su replicación. Esta en inglés, aunque Shora, una escritora de Soitu.es, le puso los subtítulos en español.
Sin embargo, esas proteínas que hemos visto en el vídeo que permiten al virus de la gripe transmitirse y causarnos la enfermedad son, a su vez, su mayor debilidad. Y es que nuestro sistema inmunitario cada vez que entra en contacto con un nuevo virus de la gripe, aprende y memoriza estas moléculas (hemaglutinina y neuraminidasa) para atacarlas masivamente la próxima vez que se encuentre con éstas.
Esta memoria inmunológica se debe a la producción de unos determinados anticuerpos que han sido "entrenados" para luchar contra la gripe reconociendo la hemaglutinina y la neuraminidasa tras la batalla de la primera infección.
Pero, y he aquí la "gracia" de la gripe, el sistema que utiliza el virus consiste en cambiar ambas proteínas cada poco tiempo debido a las mutaciones en su código genético. Esto es como si cambiara de disfraz, ya que los anticuerpos ya no los reconocen y pareciera como si fuera la primera vez que se encuentran con el virus de la gripe.
De esta forma, cada año o cada poco tiempo se debe elaborar una nueva vacuna contra la gripe ya que los anticuerpos que hizo nuestro organismo para reconocer al virus de la gripe ya no le valen, pues ha cambiado de "disfraz" y, por consiguiente, el sistema inmunológico debe crear otros anticuerpos que sean capaces de reconocer esa nuevas proteínas.